Ayer planté un arbolito
al borde de mi destino
con el tiempo luminoso
era feliz y crecía.
Pero un día muy oscuro
yo veía que sus hojas
doradas se marchitaban
doradas se marchitaban.
Su mundo de eternos sueños
en nada se convertía
pasaba el tiempo muy frágil
las noches y las mañanas.
Era feliz con la brisa
que acariciaba sus hojas
todo parecía muy triste
el árbol se me moría.
Ese arbolito querido
el que guardaba mis sueños
ahora refleja mi vida
son extraños los misterios.
Ayer planté un arbolito
al borde de mi destino
con el tiempo luminoso
era feliz y crecía.
Pero un día muy oscuro
yo veía que sus hojas
doradas se marchitaban
doradas se marchitaban.
Su mundo de eternos sueños
en nada se convertía
pasaba el tiempo muy frágil
las noches y las mañanas.
Era feliz con la brisa
que acariciaba sus hojas
todo parecía muy triste
el árbol se me moría.
Ese arbolito querido
el que guardaba mis sueños
ahora refleja mi vida
son extraños los misterios.
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